domingo, 15 de septiembre de 2013

Cocina Cruda

ALIMENTACIÓN

Se propone un tipo de cocina que pretende unir la experiencia de disfrutar con la comida con el cuidado de la salud, entendida en su más amplio concepto, tal como ha manifestado la OMS (Organización Mundial de la Salud) en su definición:

Por salud no entendemos solo la ausencia de enfermedad, sino el pleno estado de bienestar físico, psíquico, social y espiritual, que permita al individuo realizarse de manera socialmente activa y económicamente productiva”.

Podríamos decir que la salud es mucho más que no sufrir enfermedad alguna. Incluye, entre otros, aspectos como: Sentirse bien. Disfrutar de claridad mental. Tener buen humor. Buena gestión de las emociones. Mostrar buen aspecto. Gran nivel de energía. Resistencia al cansancio. Sin enfermedades.

La cocina vital, o viva, se basa en alimentos crudos, se apoya en técnicas que potencian sus propiedades, y ofrece alimentos saludables, llenos de vida, con exquisitos sabores, sorprendentes texturas y placer para los sentidos.

Es una opción escogida por atletas de élite y famosos artistas, para mantener su forma física y belleza corporal, ya que la manifestación de salud y belleza se procuran a partir del interior del cuerpo.

Para comprender como proteger la salud, hay que tener en cuenta que la vida empezó en el mar. Las primeras bacterias tuvieron que asociarse (simbiosis), para sobrevivir bajo las cambiantes condiciones ambientales, formando las células. Y, éstas, siguiendo el mismo modelo asociativo, formaron nuevas especies, cada vez más complejas, hasta llegar a los humanos.

Al principio de nuestra evolución, el agua del mar, ligeramente alcalina, tenía una salinidad de sólo unos 9 gr. de sales por litro. Hoy, es la que se mantiene en el medio interno de nuestro cuerpo, donde habitan las células que forman nuestros órganos y sistemas corporales. Si por los hábitos de vida, una persona altera la alcalinidad del “mar interior” o medio interno y lo acidifica, las células sufren ahogo de nutrientes, y se debilitan progresivamente hasta que aparece la enfermedad y, seguidamente, se manifiesta el síntoma correspondiente.

Los alimentos vegetales mantienen el medio interno ligeramente alcalino y contienen los nutrientes necesarios, en las proporciones justas para ser digeridos fácilmente y, por tanto, generar mínimos residuos. Su eficiencia se truncaría al cocerlos o tratarlos por encima de los 40ºC, ya que, a partir de esta temperatura se destruyen las enzimas; imprescindibles para desencadenar el proceso de asimilación. Éstas actúan como catalizadoras del catabolismo (desmontaje de las moléculas del alimento) para que el cuerpo pueda disponer de las “piezas” básicas para montar las moléculas que necesita su regeneración (anabolismo). Si las enzimas faltan, el organismo tiene que generar un sobre-esfuerzo para procesar el alimento, y se producen numerosos residuos acidificantes tóxicos a eliminar. Que en muchas ocasiones quedan depositados en los tejidos, con las consecuencias patológicas que en cada caso puedan manifestarse por acumulación.

Por esta razón los alimentos crudos mejoran nuestra energía, vitalidad y bienestar. También colaboran en la estabilización de nuestro peso corporal y en retrasar el envejecimiento. Incluso contribuyen a prevenir y remitir las enfermedades degenerativas, de tan triste actualidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario