Ramón
Rato Rodríguez San Pedro, Ramón Rato Figaredo y Rodrigo Rato, uno
de los viejos clanes de fascistas y estafadores del Partido Popular.
El
Padre del Clan, Ramón de Rato Rodríguez-San Pedro nace en Gijón
hacia 1907, heredero de una importante fortuna, procedente en parte
de su abuelo Faustino Rodríguez-San Pedro - alcalde de Madrid en
1890 y ministro de Fomento de Antonio Maura en 1903- y en parte
de su matrimonio con una hija de los Figaredo de Gijón.
Ramón
fue condenado el 02/17/1967 por el Juzgado Especial de Delitos
Monetarios, a tres años de prisión y dos multas de un total de 176
millones de pesetas por evadir dinero español en Suiza y dejar dos
bancos en quiebra. Costumbres que vienen de lejos y que han hecho a
Rodrigo Rato un especialista en el maquillaje contable, la
especulación, el fraude y el robo.
Estudió
Derecho en El Escorial, se licenció en leyes, ejerció durante
algunos años de juez e ingresó muy joven en la Academia de
Jurisprudencia, tras ampliar estudios en Munich y recorrer Europa en
los años 30 y volver impresionado por nazismo.
En dos libros defendiende de manera entusiasta la Alemania Nazi.
En dos libros defendiende de manera entusiasta la Alemania Nazi.
Durante
el golpe fascista se integró con fervor y devoción en el equipo de
propaganda de Franco. Fundó
el club fascista Círculo Cultural Ramiro Ledesma Ramos y fue miembro
de la ultra nazicatòlica Orden Hospitalaria de Jerusalén.
Participó
en la fundación de la Radio Nacional franquista y ayudó a Manuel
Aznar, el abuelo del genocida de Irak, a reactivar la cadena Ser
Terminada la guerra, dejó la política para dedicarse de lleno a las
empresas familiares y amasar una fortuna a base de corrupción.
En
1941 Ramón Rato adquirió, gracias a la magnanimidad del
todopoderoso dictador, Radio Toledo. Fue
la primera emisora de
lo que en pocos años se convertiría en la Cadena Rato, uno de los
más importantes grupos privados de la radio española de todos los
tiempos.
Pero
Ramón se pasó mucho -de lo habitualmente aceptado aún entre la
élite corrupta franquista- y fue condenado en 17/02/1967 por
el Juzgado Especial de Delitos Monetarios (expediente 17), a tres
años de prisión y dos multas de un total de 176 millones de pesetas
por evadir dinero español en Suiza y quebrar dos bancos.
Con
Rodrigo Rato en Bankia, cabe preguntarse si su objetivo es limpiar el
mal nombre que dejó la actuación de sus familiares más directos
tras causar la quiebra de dos bancos en el año 1966 o aplicar las
técnicas financieras para hacerlo impunemente con sus socios de
gobierno, como ya hizo en Caja Madrid.
A
más de uno le puede entrar el pánico al recordar las aventuras del
padre y el hermano del presidente del nuevo conglomerado bancario,
Ramón Rato y Rodríguez San Pedro y Ramón Rato Figaredo. Los
dos acabaron en la cárcel el 2 de noviembre de 1966, cuando un auto
del juez Antonio Sánchez del Corral y del Río ordenó la detención
de los dos familiares, por haberse comprobado la existencia de hechos
susceptibles de ser calificados como delito monetario.
El
drama de los Rato se redobló el 28 de noviembre siguiente, cuando el
Consejo de Ministros se encontró sobre la mesa la inminente
suspensión de pagos de tres bancos españoles. Los
tres bancos afectados eran el Banco de Siero, el Murciano y el de
Medina. Los
dos primeros pertenecían a la misma persona: Ramón Rato y
Rodríguez-San Pedro, que desde la cárcel de Carabanchel conoció la
Propuesta de la Subsecretaría del Tesoro y Gastos Públicos que el
Consejo de Ministros aprobó ese mismo día.
Como
consecuencia de todo ello, el 1 de septiembre 1967 funcionarios de la
Dirección General de
Prisiones entregaron a Ramón Rato a la Guardia Civil,
en las dependencias de la cárcel de Carabanchel, para su traslado a
la prisión provincial de Almería con el fin de que cumpliera allí
su condena por "contrabando monetario".
A
su lado fueron igualmente condenados Ramón Rato
Figaredo-hermanísimo- a dos años de prisión y 44 millones de
pesetas; Faustino Rato Rodríguez San Pedro -tío de Rodrigo por
parte paterna- a una multa de cinco millones por cómplice; Ignacio
Gutiérrez Ovejero, a una multa de 400.000 pesetas; Francisco
Bengoechea Llorente, a una multa de 200.000 pesetas, y Emilio
Señorena García, a una multa de 300.000 pesetas.
En
cualquier caso, la sentencia firme del juzgado Especial de Delitos
Monetarios establecía que
Ramón Rato creó una
«organización clandestina» en Madrid con la finalidad de evadir
dinero y divisas en Suiza bajo la cobertura del Banco de Siero,
propiedad del patriarca de los Rato. Para
ello, fundó una sucursal de su banco en Ginebra bajo el nombre de
Banque Siero.
La
policía descubrió que a
través del Banco Siero «se extrajeron un total de 70 millones de
pesetas de España que fueron depositadas en diferentes bancos
suizos». (Publicado
en Diario 16, 17-3-1997).
Pasan
los años y la cárcel, los chicos están ya criados y Ramón vende
su imperio radiofónico: total 66 emisoras que son compradas por la
ONCE -algo inaudito en una asociación de ayuda a los ciegos-en 1990,
por unos 5.000 millones de pesetas de entonces.
Su
chalet al final de la playa de San Lorenzo, en Gijón, fue su mejor
refugio. Hoy
está en fase de reciclaje. El
negocio es el negocio. Y
los casinos están al acecho. El
padrino del clan murió el 27 de septiembre de 1998 en Madrid.
LOS
AMIGOS DE RATO – LOS GENOVESES POPULARES
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