El poder de la básmala
Un pequeño cuento para concienciarse de bismillah
Su marido, que siempre la escuchaba, estaba ya muy cansado de esta frase que para ella era mágica y poderosa. Así que un día decidió poner en marcha un plan para que su mujer dejara de decir la fastidiosa frasecita que tanto le molestaba. Le dio una bolsa con dinero y le dijo que se la guardara hasta que él se la pidiera. La mujer abrió un cofre (básmala), la metió dentro (básmala) y cerró el cofre (básmala); el hombre la vigilaba, para saber donde la escondía. Así que un día muy sigilosamente fue al escondite, cogió la bolsa del dinero y la tiró al mar.
Al cabo de unos días, el hombre fue al mercado y compró un gran pescado. Se lo llevó a su mujer y le dijo que si lo podía preparar. La mujer lo cogió, lo abrió (siempre con mencionando la básmala por supuesto), y ¿qué es con lo que se encontró? Con el saquito de las monedas de su marido. Así que lo cogió con el bismillah y lo volvió a guardar en el cofrecillo.
Llegó su marido y le pidió el saquito de dinero, ella fue al cofre y se lo dio. Su marido se quedó atónito, sin qué hacer ni qué decir. Le preguntó el hombre : “¿cómo lo has conseguido? Y ella le respondíó que esto era gracias al poder del Bismillahi arrahman arrahim. A partir de entonces, el hombre que siempre había estado muy rebelde con las creencias volvió a tomar el Islam.
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