martes, 28 de enero de 2014

Lo que no se quiere oír sobre Cataluña

El problema del encaje catalán en España es el del encaje de un pueblo norteño en un país sureño


Banderas independentistas catalanas en Barcelona, en la Diada de septiembre de 2012. /TEJEDERAS
Hay cuestiones de fondo sobre Cataluña que no se quieren oír y, mucho menos, escuchar. No puedo obligar a nadie a escucharme pero, al menos, voy a intentar hacerme oír. En este artículo quiero aportar cuatro reflexiones sobre Cataluña y sobre la relación de Cataluña con España. Bien a un lado del Ebro, bien al otro o bien a los dos, estas cosas no se quieren oír. En primer lugar discutiré el “hecho diferencial” catalán desde la dialéctica Norte-Sur en la Europa actual. El problema del encaje de Cataluña en España, como el de Lombardía en Italia, es el del encaje de un pueblo norteño en un país sureño. A continuación caracterizaré a Cataluña como una sociedad compleja aún vertebrada por una mentalidad menestral cuyas raíces se remontan a la baja Edad Media. Cataluña se desarrolló y llegó a ser lo que es gracias al decreto de Nueva Planta de 1714, no a pesar de él. En tercer lugar argumentaré que el contencioso Cataluña-España oculta otro contencioso entre catalanes que tiene importantes consecuencias para la sociedad catalana. A España y a Cataluña les irá mejor juntas que separadas si consiguen un acuerdo de convivencia que potencie el futuro de ambas. Por último daré unas pinceladas sobre qué hacer en la situación actual. Mis argumentos surgen de consideraciones geográficas e históricas que considero razonables.

LOS CATALANES, EUROPEOS PATA NEGRA

Los catalanes son europeos desde el siglo IX. A eso, en castellano, se le llama ser pata negra. El concepto actual de Europa nació con Carlomagno, cuya capital Aquisgrán dista solo un centenar de kilómetros de las actuales capitales de la Unión Europea Bruselas y Luxemburgo. Esta coincidencia geográfica no es casual. Robert Kaplan señala en su reciente libro La venganza de la geografía que la columna vertebral de Europa sigue estando en la diagonal que va del Canal de la Mancha a los Alpes, ruta de comunicación principal del imperio franco. En ese mapa, carolingio y actual, Cataluña ocupa una situación peculiar. Desde finales del siglo VIII fue parte de la Marca Hispánica, zona defensiva entre el Imperio y Al-Ándalus que, según Vicens Vives, se caracterizaba no por ser una fortaleza de montaña sino por ser un corredor protegido por montañas. Este carácter de corredor y de portal de la península Ibérica hacia Europa ha conformado, para Vicens, el europeísmo distintivo de la mentalidad catalana y su “permanente éxtasis transpirenaico”. Esta mentalidad y este éxtasis constituyen, en mi opinión, el llamado “hecho diferencial catalán”.

La mentalidad catalana tiene un permanente éxtasis transpirenaico
Tony Judt se refiere repetidamente a Cataluña en su ensayo de 1996 ¿Una gran ilusión? Judt establece un paralelismo entre las regiones europeas de Baden-Württemberg, Rhône-Alpes, Cataluña y la antigua Lombardía carolingia, autodenominadas los Cuatro Motores de Europa en un acuerdo que firmaron en 1988. Son regiones prósperas, ninguna de las cuales incluye a la capital del Estado, que se consideran culturalmente más próximas entre sí que con otras regiones de sus respectivos países. Según Judt se sienten europeas, pagan sus impuestos, están mejor educadas, tienen una ética del trabajo y una industriosidad que no comparten otras regiones de los Estados a los que pertenecen —regiones a las que se ven obligadas a subvencionar— y tienen poco peso en la toma de decisiones de sus gobiernos. Como señala Kaplan, son regiones “norteñas, que no se sienten identificadas con las que creen regiones atrasadas, perezosas y subsidiadas del sur mediterráneo”. Vicens Vives nunca lo hubiese escrito tan crudamente. El problema del encaje catalán en España es el del encaje de un pueblo norteño en un país sureño. Es un problema de muy difícil solución, agravado por la ausencia histórica de un Cavour catalán que impulsase un proyecto nacional capaz de integrar a los demás pueblos de la Península. Es un problema que se arrastra desde hace siglos y que no se arreglará ignorándolo o negándolo.
Una anécdota del ya centenario Swann ayuda a entender quién es qué en la relación con Europa. Unos parvenus amigos suyos habían tenido la ocurrencia de contratar a unos aristócratas arruinados para ponerlos de porteros en su mansión. Swann se lo desaconsejó, advirtiéndoles que las visitas de calidad nunca pasarían del portal. En el debate sobre la integración en Europa de una Cataluña independiente, los independentistas tendrían todo que perder si el debate se situara en el terreno de la estricta legalidad de los Tratados, pero tendrían todo que ganar si se situase en el terreno de la legitimidad, es decir, si el debate fuese sobre quién es el parvenu. Lo más probable es que la discusión se sitúe, llegado el caso, en un punto intermedio entre las dos alternativas. Lo que desde Madrid se ve como un problema jurídico es, en realidad, un problema político en el que las autoridades españolas pueden llevarse más de una sorpresa. Quizá sea útil recordar, como precedente, la alfombra roja que se puso a otro pata negra europeo, la también carolingia Eslovenia, para su integración en la Unión Europea y en el euro en un tiempo récord. O la posición europea sobre el corredor mediterráneo.

UNA MENTALIDAD MENESTRAL

Sigo con Vicens Vives, buen conocedor de los catalanes. Y sigo con su ensayo Noticia de Cataluña, que debería ser leído y releído con mucha atención tanto al norte como al sur del Ebro. Para Vicens lo más distintivo de la mentalidad catalana, junto a su europeísmo, es su carácter menestral. La menestralía, con fuerte presencia ya en la Cataluña del siglo XIII, es “una mentalidad más que una situación, un concepto de la vida más que una forma de ganársela”. Surge de la “gente de gremio, pueblo menor, hombre y herramienta”. Los menestrales “acabaron ocupando un lugar entre las minorías dirigentes del país, desde el que difundieron el espíritu originario de clase: la dedicación al trabajo, la inclinación práctica de la vida y la limitación de horizontes” y “constituyeron la reserva humana y social de Cataluña, la plataforma sobre la que iban a montarse los siglos XVIII y XIX”. La mentalidad menestral sigue articulando hoy en día una sociedad catalana que, a pesar de su complejidad actual, se sigue reconociendo en el trabajo entendido no como “castigo divino” sino como “signo de elección” y sigue mostrando una característica falta de ambición en su proyección hacia el mundo exterior.

Cataluña se desarrolló gracias al decreto de Nueva Planta, no a su pesar
El feudalismo catalán, surgido dentro del imperio carolingio, tuvo muy poco que ver con el del resto de la Península. Fue mucho más robusto y “europeo”, y creó unas instituciones que, en lo esencial, perduraron hasta principios del siglo XVIII. Hasta el 11 de septiembre de 1714, para ser más precisos. Cuando Ortega achaca la anomalía histórica de España a la anomalía de su feudalismo y a la baja calidad de los godos que la invadieron, se olvida del caso catalán. Las instituciones medievales franco-catalanas fueron solidísimas, hasta el punto de poder asimilar la mentalidad menestral sin cambiar sustanciándote, porque la menestralía encajaba bien en el corporativismo de la época. Pero esa solidez institucional, en ausencia de un monarca absoluto que la pusiera en cuestión para afirmar su propio poder, fue la causa principal del estancamiento y declive de Cataluña desde mediados del siglo XV hasta principios del XVIII. Este declive fue tanto económico como cultural. Por poner un ejemplo de cada, ambos apuntados por Vicens, si Cataluña no se aprovechó del comercio con América hasta el siglo XVIII fue por falta de ambición y de emprendimiento, no porque tuviese ningún impedimento legal para hacerlo. Se aprovechaban los genoveses, portugueses, franceses, holandeses... pero no los catalanes. En el ámbito cultural, los siglos XVI y XVII, siglos de oro del castellano, el inglés y el francés, fueron un desierto para el catalán. Aherrojada por sus instituciones medievales, respetadas hasta por el Conde-Duque de Olivares, Cataluña dormitó durante dos siglos y medio hasta que un Borbón, Felipe V, precipitó el cambio y la empujó hacia la modernidad. ¿Qué hubiera pasado si en vez del Borbón hubiese ganado la guerra el Habsburgo? A mí me parece probable que Cataluña, constreñida por sus instituciones, se hubiese perdido la revolución industrial. Cataluña se desarrolló gracias al decreto de Nueva Planta, no a pesar de él.
La mentalidad menestral —trabajo, sentido práctico de la vida y limitación de horizontes— ha vertebrado Cataluña durante cinco siglos y sigue siendo la más relevante hoy en día. Esto es particularmente cierto para el independentismo catalán actual. Menestrales son la monja Forcades, Carme Forcadell y Oriol Junqueras, todos ellos en la versión casa pairal. En versión pro domo mea, menestrales son Jordi Pujol y Artur Mas, entre muchos otros. El denominador común de la menestralía es la nostalgia de un medioevo idealizado, el gusto por una fuerte regulación de la sociedad y de la actividad económica —de lo que es buena muestra el Estatuto catalán en vigor, con sus 223 artículos y 152 páginas— la limitación de horizontes y la falta de ambición para proponer un proyecto capaz de integrar a todos los catalanes y, también, a todos los españoles. El modelo de sociedad del independentismo menestral parece inspirado en el pueblo de loshobbits.
Sin embargo, proyectos ambiciosos de catalanizar España construyendo una sociedad moderna basada en el trabajo existieron en las segunda mitades de los siglos XVIII y del XIX. Relata Vicens cómo, en la primera circunstancia, se produjo una auténtica diáspora de catalanes por tierras de la antigua Corona de Castilla, colonizando Sierra Morena, renovando las artes de pesca en Galicia y Andalucía, estableciendo sus oficios en las ciudades de la meseta… Ilustrados como Campomanes soñaron con transformar España adoptando instituciones catalanas. En el siglo XIX “Cataluña predicó a las otras Españas el evangelio de la redención por el trabajo” para conseguir el resurgimiento económico y la industrialización. El fracaso de estos intentos provocó el retraimiento de los catalanes, que todavía dura, su aversión a participar en el gobierno del Estado tanto a nivel político como burocrático, que también perdura, y el fortalecimiento de la mentalidad menestral ante la quiebra de alternativas más ambiciosas.

CATALUÑA Y ESPAÑA SE NECESITAN

Tanto España como Cataluña necesitan desesperadamente un proyecto nacional. Como he recordado en otras ocasiones, para Ortega una nación es un proyecto de futuro con capacidad integradora. Ese proyecto no lo tienen ahora mismo ni España ni Cataluña. En el primer caso no hay proyecto para afrontar la cuádruple crisis —económica, institucional, territorial y moral— que tiene gripada a la sociedad española. El régimen político de 1978 está basando su supervivencia en la táctica del avestruz, negando las crisis para no tener que hacer ningún cambio significativo. Si no cambia de actitud, durará poco. En el caso catalán el único proyecto político explícito es el independentista. En cierto modo, también es una manera de negar una crisis que afecta a Cataluña de manera muy parecida a la del resto de España. En cualquier caso, el proyecto independentista no es un proyecto integrador puesto que divide profundamente a la sociedad catalana en dos partes de tamaño similar y de convivencia complicada. No es, por tanto, un proyecto nacional, al menos en el sentido que le da Ortega a este término.
España necesita a Cataluña por dos motivos, uno en negativo y otro en positivo. En negativo, porque la ruta previsible del presente conflicto territorial lleva a una bunkerización de posiciones en España y en Cataluña que será la excusa perfecta para que la clase política no aborde ninguna de las reformas imprescindibles para afrontar con éxito los retos del siglo XXI, en particular la mejora del capital humano necesaria para evitar la proletarización de la sociedad española en la economía global. En positivo, porque la gran asignatura pendiente de España es la adopción de una cultura del trabajo como opción de realización personal y no como castigo divino. Eso lo hizo Cataluña hace muchos siglos y la emulación con Cataluña en una casa común puede ser un estímulo importante para que España consiga hacerlo.
Cataluña necesita a España también por dos motivos y también hay uno en negativo y otro en positivo. En negativo Cataluña necesita a España por una razón simétrica a la del párrafo anterior. Las reformas que hay que hacer en Cataluña son similares a las que hay que hacer en el conjunto de España, empezando por la de la clase política. La bunkerización conduce a no hacerlas y a culpar al adversarios de todos los males propios. Además, una confrontación creciente deja al independentismo como único proyecto político posible y eso tendría efectos divisivos muy grandes para la sociedad catalana. Lo que ahora se presenta interesadamente como una confrontación entre Cataluña y España se revelaría como una confrontación entre catalanes en la que los que ambicionan pensar y actuar “en grande” en mundo globalizado quedarían marginados. En positivo, Cataluña necesita ambición. Necesita que sus grandes empresas se hagan mucho mayores y se globalicen. Al contrario que Baden-Württemberg o Rhône-Alpes, Cataluña no tiene grandes empresas con proyección global y no las tiene por falta de ambición, no porque esté oprimida o expoliada. España, cuyas grandes empresas son globales, tiene la ambición que a Cataluña le falta. La emulación con España en una casa común puede ser un estímulo importante para que Cataluña consiga hacerlo.

QUÉ HACER CON CATALUÑA

Por las razones aducidas en el epígrafe anterior, el debate sobre qué hacer con Cataluña sólo tiene pleno sentido en el marco más amplio del debate sobre qué hacer con España. Ahora bien, si este último debate no pudiera tener lugar, porque la clase política se negase a ello, o si fracasara el intento de construir un proyecto de futuro atractivo para los españoles, lo mejor que podrían hacer los catalanes es soltar lastre y plantearse el debate por separado. Por lo dicho hasta aquí, tampoco está claro a priori que a nivel catalán pudiera consensuarse un proyecto integrador y ambicioso pero, en mi opinión, estaría justificado intentarlo.
La actual discusión sobre Cataluña, restringida a dos interlocutores bunkerizados, sólo sirve para disimular tras las respectivas banderas la falta de proyectos nacionales a nivel español y catalán. El Gobierno de España considera la cuestión catalana como un problema estrictamente jurídico, no halla lugar en la Constitución para autorizar una consulta y no ve necesario ni conveniente tomar ninguna iniciativa política para proponer un nuevo encaje de Cataluña en la casa común. Los catalanes deben conformarse con lo que hay y, además, resignarse a una ofensiva recentralizadora y “españolizadora”. Por otra parte, el independentismo catalán, encabezado por el Gobierno de la Generalitat, acelera un plan para proclamar unilateralmente la independencia en algún momento de 2015. El choque de trenes parece muy probable, porque ambos gobiernos esperan sacar grandes réditos políticos del conflicto en el corto plazo, que es el único horizonte que parece importarles. Si el choque se produce, la independencia de Cataluña será prácticamente inevitable, a pesar de que irá en contra del interés general de los catalanes y de todos los españoles.
Es necesario superar esta situación. El contencioso no debe dejarse en las solas manos de quienes no tienen ningún interés en resolverlo. La sociedad civil debería tener un papel mucho más activo, impulsando los necesarios debates —que van mucho más allá de independentismo sí o independentismo no— y dando mucho más protagonismo a la ambición en los proyectos de futuro. La clase política no está por la labor. Las grandes empresas y las personalidades del mundo económico catalán deberían hacer oír su voz con más fuerza, con el pluralismo que ello entraña, y lo mismo deberían hacer las del resto de España. Madrid y Barcelona son, junto con Milán, las grandes concentraciones humanas, económicas e industriales del sur de Europa. Un eje de cooperación a todos los niveles entre las dos grandes ciudades españolas es necesario para complementar y contrapesar a la gran Banana Azul europea, que tiene su extremo sur en la ciudad del Po y termina por el norte en Liverpool.
No parece haber nadie en el mapa político que asuma la idea de España como nación de naciones para reconstruir sobre ella la casa común. A mí me parece que ya es demasiado tarde —no lo era hace cuatro años— para intentar una reforma federal de la constitución. Hay que ser más ambiciosos y la sociedad civil también tiene que tener un papel decisivo en este debate. No bastan albañiles: se necesitan arquitectos para evitar que se nos caiga la casa encima.



lunes, 20 de enero de 2014

PROJECT BUSH

Guerra a las ingles brasileñas: la cruzada a favor del vello púbico

Cameron Díaz publica un libro con consejos de belleza y anima a dejarse esa zona íntima cual selva amazónica. Y no es la única.

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La actriz reconvertida a escritora de 'wellness', en pie de guerra con la depilación púbica.
Foto: Cordon Press

“Chicas, mantenedlo completamente vestido”. Así de sincera se muestra Cameron Díaz en la defensa al ultranza del pelo más íntimo en su biblia de cuidados femeninos Body Book. Y no, no se trata de una frase perdida en medio de un océano de frases bienintencionadas. Hay todo un capítulo dedicado al asunto titulado In Praise of pubes(exaltación de los pubis) donde la rubia actriz arremete sin pelos en la lengua sobre la depilación brasileña, tan exaltada por la pornografía, y que despoja a las mujeres de algo que la naturaleza gentilmente dona. Incluso se pone poética al tildarlo de “adorable cortina de vello púbico que rodea esa gloriosa y delicada flor tuya”.

Tratándose de una de las estrellas más queridas del firmamento de Hollywood, la prensa rápidamente se ha hecho eco de este libro donde Diaz explica sus problemas con el acné o cómo mantiene a raya los kilos de más sin renunciar a zamparse un burrito de cuando en cuando. Pero es el tema de la cosa púbica el que más vidilla está dando. Medios como el Standard, no sin guasa, lo han titulado Bush administration, un jocoso juego de palabras porque bush en inglés significa “arbusto o matojo” y, metafóricamente hablando, también se refiere a la riqueza capilar de entrepierna. Y Bush, no hace falta señalar, que es el apellido de los célebres expresidentes norteamericanos. De ahí la gracia.

La actriz devenida en literata no tiene pelos en la lengua al referirse a quienes optan por aniquilar de por vida esas vellosidades ocultas. “Me parecen una mierda aquellos días en los que las jóvenes se depilaban todos sus atributos femeninos. Personalmente, la idea de la depilación permanente con láser me parece una majadería”. Acto seguido, se viene arriba y defiende los beneficios de ser natural y no arrebatarle a la naturaleza aquello que ha puesto entre pierna y pierna. Porque, visto que adentrarse en vericuetos escatológicos no le perturba lo más mínimo, la protagonista deEl Consejero no duda en señalar las bondades del felpudo púbico para camuflar el paso del tiempo. “Seamos honestos: como cualquier otra parte del cuerpo, tu labio mayor no es inmune a la gravedad. ¿Realmente quieres una vagina sin pelo para el resto de tu vida?. Fin de la cita. El discurso termina con una traca final donde afirma que el vello púbico, ese revestimiento peludo “misterioso y seductor, es sexy”.
 
Caitlin Moran
Caitlin Moran lo tiene claro: cuanto más pelo, más alegría.
Foto: Corbis
El caso es que este peregrino discurso hace bueno aquello de “donde dije digo, digo Diego”. O, lo que es lo mismo, que sus reflexiones actuales acerca del asunto velloso más íntimo entran en conflicto con las declaraciones que la rubia actriz hacía hace un par de años en una entrevista con Graham Norton. Entonces arremetía contra la obsesión por tener un “arbusto estilo años 70” que defendía amiguísima del alma, Gwyneth Paltrow. Como una de sus virtudes no es precisamente la discreción (y que siga así por mucho tiempo), incluso se atrevía a describir que “cuando ella se baña, aquello literalmente se cimbrea como algas en el mar. Te lo juro. Claro, todas mis amigas le decían ‘por favor, por favor, recórtalo”. Incluso su marido, el bueno de Chris Martin, también se ha sumado a la cruzada de la poda por el bien de su vida de alcoba. Semanas después Paltrow confirmaba todo lo desvelado por su amiga, añadiendo que si se depila a la cera, es porque Cameron la obliga. Que si no, aquello seguiría cual selva amazónica.

Bromas de famosas aparte, lo cierto es que los ginecólogos recuerdan que el vello vaginal está ahí para proteger la zona de roces e infecciones. Y el sentido común apela a pensárselo dos veces antes de exterminar para siempre ese vello. Suele haber consenso en retirar aquello que sobresale de la línea del biquini pero hay reparos en hacerlo en su totalidad. Estupendo, si es por propia decisión, por estética o para aumentar el placer genital al posibilitar una mayor fricción. Pero con reparos si se hace para agradar a la pareja, que ya se sabe que el amor es pasajero y luego vienen los arrepentimientos y el acudir de urgencia a un tricólogo para que implante vellos en la flor de nuestro secreto. Entre otras cosas, porque a muchos hombres, por mucho que consuman porno, en la vida real les da un poco de repelús una vagina integralmente depilada. Corre incluso la leyenda de que el mismísimo Helmut Newton llegó a pegar un falso Monte de Venus a una modelo que le llegó totalmente rasurada.
American Apparel maniquíes vello púbico
Los polémicos maniquíes de American Apparel en los escaparates de EE UU
Foto: Twitter
Otra que se une a esta guerra a la depilación púbica es la columnista Caitlin Moran. En su libro Cómo ser mujer (Anagrama) evoca los horrores de tal práctica. En la campaña de presentación del libro llegó a afirmar que uno de los mayores placeres de la edad adulta es espanzurrarse en una hamaca, perder la mirada en el cielo y peinarse con los dedos el Wookie (sí, la cosa peluda que ella asimila a Chewbacca, el colega velloso de Han Solo y los de su especie).
A las huestes defensoras de ese erótico triángulo capilar se suma la agencia de publicidadMother London y su Proyecto Bush (#projectbush, el del asunto púbico, no el otro): un llamamiento a que las mujeres dejen que la fotógrafa Alisa Connan inmortalice sus “matojos” en estado salvaje. El objetivo es mostrar a las generaciones más jóvenes que aquello es natural, que hay variedad y que no es necesario depilarlo sí o sí. En definitiva, plantarle cara a esa casi obligación moral o estética de recortar todo en aquella zona. Recortarlo, claro, si eres mujer.
Así las cosas queda la exaltación del arbusto de la entrepierna de American Apparel. Haciendo bueno aquel dicho de que “donde hay pelo, hay alegría”, acaba de plantar en los escaparates de su tienda neoyorquina de East Houston Street maniquíes en ropa interior con abundante matojo íntimo a la vista. Una estrategia que, sin duda, hace pararse en seco a los viandantes y que las cabezas pensantes de la marca pretenden que incentive las ventas de cara a San Valentín.

sábado, 11 de enero de 2014

¿Un lexatin? No, mejor váyase a sudar al parque

La prescripción de ejercicio físico en sustitución de algunos medicamentos gana adeptos en todas las especialidades médicas


Imagen de la XXXV Maratón de Madrid, celebrada en 2011. / C. MANUEL
En los periódicos salen muchas veces noticias que despiertan admiración, pero no extrañeza. Noticias de este cariz: un hombre de 102 años se prepara para batir su propio récord de la hora en bicicleta para centenarios. Hace dos años, un francés, llamado Robert Marchand, que ha combatido en dos guerras, ha sido bombero en París, ha trabajado de leñador en Canadá y después de jardinero hasta los 76 años, fue capaz de recorrer en un velódromo 24,251 kilómetros durante 60 minutos en bicicleta. Desde entonces, Marchand, que lleva una vida autónoma en soledad y hasta sigue conduciendo su coche, se ha sometido a un seguimiento científico por parte de fisiólogos franceses y a un riguroso plan de entrenamiento que le ha permitido, sorprendentemente, mejorar su forma física y su capacidad de rendimiento, pese a su envejecimiento. “Tiene un consumo de oxígeno de 35 mililitros por kilo y por minuto, que es el normal en una persona de 45 años”, explica, admirada, la fisióloga Véronique Billat. “Y hace tres meses tenía el consumo de oxígeno de un hombre de 55 años… En nada ha ganado 10 años”.

“Los pacientes aceptan cada vez mejor esta ‘terapia”, dice un médico
Para Billat no hay mejor ejemplo para mostrar los magníficos efectos que para la salud genera el ejercicio físico, y seguramente no la contradirán el tercio de personas centenarias que reconocen en cualquier estudio dedicado al asunto que en el ejercicio físico está el secreto de su longevidad. O tampoco le llevará la contraria Carmen, que se niega a decir su edad —“Vale, puede decir que más de 80”, admite— y que todas las mañanas, de ocho a nueve, recorre el Retiro, el parque central de Madrid, en bicicleta. “Ando en bici una hora al día, por lo menos”, dice. “Y los días que no lo hago me siento mal”.

Sustancias naturales y reparadoras

  • Contra enfermedades neurodegenerativas. El BDNF es una de las sustancias que fabrican los músculos durante el ejercicio y que tienen efectos positivos en el organismo. En este caso, el BDNF (brain-derived neurotrophic factor) aparece con ejercicio aeróbico moderado (por ejemplo, caminar a buen ritmo) y ejerce sobre el cerebro, ayudando a la plasticidad de las neuronas. Entre sus futuras aplicaciones médicas, todo según el investigador Alejandro de Lucía, estaría el complemento de tratamientos antidepresivos y la protección contra enfermedades neurodegenerativas. 
  • Atrofia muscular. La IL-4
    y la IL-13 (interleuquinas 4 y 13) llegan, por ejemplo, al levantar pesas, y podrían llegar a usarse en tratamientos contra enfermedades que cursan degeneración neuromuscular, como la distrofia de Duchenne.
  • Cáncer de colon. El complejo S100A8 - S100A9 (calprotectina) se fabrica al hacer ejercicio aeróbico extenuante como correr maratones, e inhibe el crecimiento de tumores. Se podría llegar a usar como terapia coadyuvante
    del cáncer de colon.
  • Antienvejecimiento. La visfativa (también conocida como NAMPT o PBEF) se produce al practicar ejercicio aeróbico y, aparte de actuar, como el resto de estas sustancias, sobre los propios músculos, lo hace sobre el tejido adiposo. Tiene potencial para ser utilizada en las terapias antienvejecimiento.
Carmen, como diría algún especialista, genera química buena con el ejercicio que contrarresta todos los elementos negativos —sedentarismo, contaminación, estrés...— que la vida en las grandes ciudades en el siglo XXI lleva consigo. Pero más allá de esta obviedad, no inferior a la obviedad primera —enfermamos cuando dejamos de hacer ejercicio, por eso el ejercicio físico nos ayuda a sanar— que da origen al movimiento, en los últimos años se ha desarrollado entre médicos de todo el mundo y de todo tipo de especialidades un consenso para considerar la práctica de ejercicio físico no como un consejo que se da a un enfermo, como se le aconseja no fumar o no beber en exceso, sino como una prescripción con el mismo valor terapéutico que el del medicamento que a veces le receta también. Todo parte de una nueva obviedad: somos química, producto de reacciones químicas en nuestras células, de un juego de proteínas, y el deporte, el sudor, produce también reacciones químicas, como cualquier medicamento. El ejercicio previene y cura.
Esto se cristaliza en algunos estudios con conclusiones que podrían llamarse de sentido común, como uno publicado en el International Journal of Sports Medicine y realizado con 11 personas, mujeres y hombres, entre 18 y 56 años, que hicieron el Camino de Santiago: 758 kilómetros en 30 días, a una media de 25 kilómetros al día y a un 56% de su frecuencia cardiaca máxima. A todos se les midió, antes y después, diferentes factores de riesgo de una enfermedad cardiovascular: proteína c-reactiva, colesterol, triglicéridos, presión arterial... Todos ellos perdieron peso (unos tres kilos de media), grasa, bajaron su presión arterial y mejoraron su capacidad cardiorrespiratoria. Y hay, en el otro extremo, estudios más sorprendentes, como uno anunciado recientemente en el congreso de Neuroscience en San Diego, que afirma que tres sesiones de ejercicio físico moderado durante el embarazo acelera el desarrollo neuronal y cerebral del recién nacido.

Ayuda a frenar
el desarrollo de enfermedades como el Alzhéimer
Pero más allá de los estudios, manda la experiencia diaria de decenas de médicos que prescriben ejercicio para afecciones que, en teoría, no tienen nada que ver con el sudor o el cansancio.
A Cristóbal Belda, oncólogo de Hospitales de Madrid, le llegan pocos pacientes cuyos síntomas no correspondan realmente a un cáncer. “Hay muchos filtros previos, pero aun así, de vez en cuando llega a mi consulta un paciente cuyos síntomas son más la somatización de una crisis de ansiedad o de angustia, sensaciones totalmente subjetivas, que manifestaciones de un tumor”, dice Belda. “Y a todos ellos les receto de entrada, antes de recetarles un lexatin, unas buenas dosis de ejercicio”.

En algunos hospitales de EE UU el enfermo hace diálisis y bici a la vez
A muchos de los pacientes que no necesitan consulta ni tratamiento oncológico, las urgencias de los hospitales los derivan casi directamente a un psiquiatra, unos especialistas que, cada vez más, como Belda, prescriben química en forma de sudor y no en cápsulas. “Cuando prescribo ejercicio, los pacientes se quedan a veces un poco parados, pues muchos piensan que siempre que se va a un médico hay que salir con varias recetas en la mano, como si al no recetarles nada no se diera importancia a sus males. Sin embargo, cada vez lo aceptan mejor, lo admiten perfectamente, sobre todo como terapia complementaria. De día sudor, de noche pastillas”, dice el psiquiatra Carlos Mur, director de hospital Psiquiátrico de Leganés. “Y lo hago convencido de su eficacia química, no solo, como se decía antes, para generarles a los pacientes una sensación subjetiva de bienestar. El ejercicio aeróbico, el running o el andar deprisa libera por un lado mioquinas, sustancias que influyen en los neurotransmisores y en las reacciones químicas que se desencadenan, por ejemplo, en casos de somatización por ansiedad, y por otro libera endorfinas, opiáceos endógenos con efectos relajantes y euforizantes. Generan la sensación de bienestar que todo el mundo siente al sudar. Activan los mismos receptores gabaérgicos que las benzodiacepinas, los ansiolíticos más comunes. El ejercicio ayuda a eliminar tensiones y somatizaciones en tejidos óseos y musculares, como la fibromialgia. Y libera adrenalina y testosterona, los principales ayudantes para generar situaciones de ansiedad, angustia y pánico. Hay que liberarse de la adrenalina”.

Somos química y
el sudor produce también reacciones químicas
Mikel Izquierdo, catedrático y director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, ha centrado su trabajo y sus investigaciones en la prescripción de ejercicio en la tercera edad. “Nuestro objetivo”, dice, “es mejorar la capacidad funcional de enfermos de diabetes, obesidad, prevenir caídas y roturas de cadera. Con la implantación de la prescripción obligatoria de ejercicio en lugar de medicamentos en muchos casos se ahorraría miles de millones de euros al sistema de salud. El músculo es un órgano endocrino que ponen en marcha reacciones moleculares y libera sustancias vasodilatadoras, relajantes, estimulantes… El ejercicio provoca relajación muscular posterior, aumento de la temperatura corporal, aumento de la liberación de catecolaminas como la adrenalina, dopamina y serotoninas, cambio en las ondas cerebrales e incremento del flujo sanguíneo y oxigenación del sistema nervioso central”.

El mejor predictor de la esperanza de vida es la capacidad de andar
Más que de los mecanismos por los que el ejercicio actúa como un medicamento, Izquierdo prefiere hablar de ejemplos prácticos, cuenta, por ejemplo, cómo el ejercicio físico ayuda a frenar el desarrollo delalzhéimer, pues el entrenamiento de fuerza sirve para mejorar la función cognitiva y cuenta cómo en ciertos hospitales de Estados Unidos los pacientes renales se someten a hemodiálisis mientras pedalean en bicicletas estáticas. “Es una forma de romper el bucle: los enfermos se fatigan mucho porque no se mueven y, como se fatigan, no se mueven. No les mata el riñón, sino la fatiga y la falta de movimiento”, dice Izquierdo, que ha coordinado el libro Ejercicio físico es salud, en el que se detalla la prescripción de ejercicio para tratar y prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva, osteoporosis, cáncer de colon, cáncer infantil, artritis reumatoide, fibrosis quística y depresión.

Un estudio con peregrinos a Santiago mostró mejoras en muchos parámetros
Izquierdo pone otro ejemplo clarificador: “Un nonagenario que hasta entonces llevaba una vida autónoma e independiente funcionalmente ingresa en un hospital con neumonía. Del centro sanitario sale, por ejemplo, 10 o 15 días más tarde con la neumonía curada, pero tantos días de cama le han dejado tan débil (si no te mueves el músculo desaparece) que no puede ni andar y sale en silla de ruedas. Su capacidad funcional ha desaparecido. Esa persona morirá pronto, y no por la neumonía, que ya está curada, sino por vivir débil en silla de ruedas. Mucha gente no lo sabe, pero el mejor predictor de esperanza de vida es la capacidad de andar. Midiendo la velocidad de marcha de los ancianos se puede predecir, casi con precisión de una semana, cuánto van a vivir”


domingo, 5 de enero de 2014


¿Qué se pide un millonario por Navidad?

Las cartas que los millonarios les escriben a Papá Noel incluyen peticiones como submarinos, yates, estadios deportivos o viajes espaciales.

casa del arbol
Casa del árbol, con todos los adelantos tecnológicos, de Masters Whishmakers.

La vida puede ser más barata, pero no es vida. ¿El momento de las compras navideñas es un tormento porque no sabe que regalarle a su pareja y no quiere caer en los tópicos del perfume, la corbata o la botella de vino? Consuélese imaginando lo difícil que debe ser encontrar el regalo perfecto para un billonario. ¿Qué tal un yate? Mmmm no sé, tendría que tener algo especial porque ya tiene uno. ¿Y un submarino, así los paparazzi no podrían hacerle fotos tomando el sol desnudo, en cubierta? Si, no creas, lo hemos pensado pero bucear le da claustrofobia, así que queda descartado. ¿Tal vez algún objeto sencillo y práctico pero que sea de oro macizo, hecho por algún diseñador famoso o de edición limitada? ¡Bromeas!, la etapa rey Midas está ya demodé y la ostentación todavía más.
Ante la dificultad que entraña regalarle algo original y que le haga ilusión a un súper rico, la revista Robb Report, la biblia del lujo y la sofisticación, saca cada año un catálogo con ideas para obsequiar al selecto grupo de multimillonarios, que según la revista Forbes alcanzó la cifra de 1.426 personas este año y que ha crecido en 210 individuos con respecto al 2012.La guía del 2013, 21 Ultimate Gifts, viene encabezada por su regalo estrella, el más caro de todos, que consiste en un yate, por tan sólo 92 millones de dólares, con 2.300 metros de eslora, piscina con fondo de cristal, capacidad para 12 invitados y 15 miembros de la tripulación y un beach club a nivel del agua, entre otras lindezas. Pero si se quiere ir más rápido, sin renunciar al lujo de estos paraísos flotantes, el Sky Yacht One, con interiores decorados por Embraer y el diseñador Eddie Sotto, deja al Air Force One, el avión del presidente de los EEUU, a la altura del betún. El capricho cuesta la friolera de 83 millones de dólares.
Los ricos también gustan de rememorar su infancia y jugar a Tarzán. Para este colectivo Masters Whismakers ha diseñado una casa en un árbol, pero con los últimos adelantos tecnológicos. Propia de un decorado de la película Avatar, la estructura cuenta con diferentes niveles, un río, un helipuerto y un sistema de defensa antiaérea. El diseño, de Master Wishmakers, se puede customizar y el precio es de 62 millones de dólares. Aunque si uno es más bien urbano, hay disponible un apartamento en el Soho de Nueva York algo más barato, 50 millones de dólares. La “buhardilla” tiene dos pisos –en el 44 y 45- de 3.000 metros cuadros el de abajo y 7.045 el de arriba, además de una terraza de 462. La vista desde las alturas es de 360º y comprende el Empire State, la Estatua de la Libertad y el puente de Brooklyn y por un extra de nada, 18 millones de dólares, el diseñador de interiores Waldo Fernández ayudará a su dueño a convertirlo en un oasis de confort y distinción. O ya puestos, uno puede hacerse también con el set de cinco muebles de la colección de Hervé Van Der Straeten, por 460.000 $, para amueblar el apartamento.
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Un jet privado, ese clásico entre los millonarios.
Para los amantes del deporte, le sigue una propuesta tentadora: un estadio privado para el jardín con capacidad para cien personas y construido por Populous, la compañía que está detrás del Yankee Stadium de Nueva York. Por tan sólo 30 millones de dólares.
El problema de tener tanto dinero y bienes de valor es donde guardarlos. Un regalo practico donde los haya, que propone esta guía, es la habitación blindada, con lugares diseñados especialmente para esconder la calderilla, joyas, relojes, piezas de arte o documentos, y que cuenta con la cerradura de seguridad que perteneció al último banco que robaron la banda de los Dalton. 2,5 millones de dólares no es un precio muy alto para sentirse seguro y a salvo.
Otras ideas que los creativos de Robb Report, exprimiendo sus neuronas, han materializado en forma de regalos son: dos espadas samuráis, por 1, 3 millones; un Galpin Ford GTR 1, un súper coche basado en el Ford GT Sport y el Forf GT40, por solo un millón o un Triton Submarino para tres personas, que puede bajar hasta 36.000 pies de profundidad, por 32 millones. Comparado con los de años anteriores, al catálogo de 2013, en mi humilde opinión, le falta algo más de excentricidad. ¿Dónde están las momias egipcias o los meteoritos que ofrecían en ediciones anteriores?
La web fubiz.net habla del regalo más caro de esta navidad. Se trata de una casa situada en la 12E. 69thSt. de Nueva York y cuesta 114 millones de dólares. La mansión tiene su propio cine, piscina uno de los cuatros de baño es de estilo romano y se estima que la limpieza de la misma cuesta una media de 1.000 dólares por semana, pero solo un tacaño se echaría atrás ante tamaña menudencia.
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Casa en el SoHo de Nueva York, un 'detalle' de 50 millones de dólares.
Para los que les gusten las emociones fuertes, nada mejor que el viaje más apasionante de todos, el que propone Virgin Galactic. La compañía inicia en el 2014 sus vuelos turísticos al espacio y ya hay una lista de 1.000 personas que se han apuntado. A poco que uno haya visto algunas películas de naves espaciales, sabe a ciencia cierta que estas tienden a estropearse a las pocas horas de empezar su travesía. Si la perspectiva de pasar algunos años luz en el espacio reducido de una aeronave o en un planeta inhóspito en compañía de Justin Bieber —uno de los que ya han pagado los 250.000 $ del viaje—, les resulta insoportable, mejor descartar esta opción. Uno puede decantarse, por ejemplo, por un viaje a la Antártida —también de moda entre los ricos— para contemplar por última vez ese universo blanco, antes de que las petroleras acaben, tristemente, con él.
Las impresoras 3D son el nuevo caprichito de los potentados, ya que se pueden imprimir desde un arsenal a la Torre Eiffel y el modelo EOS Formiga P100, solo cuesta 250.000 $. Para los amantes de la ostentación, que todavía los hay, nada mejor que la versión rey Midas del humilde pendrive, esta vez con diamantes, zafiros y rubíes y con capacidad para 32GB. Un horror de diseño, por el que además hay que pagar 32.652 $. Siguiendo en la línea “objetos feos pero epatantes” la silla de Juego de Tronos, por 32.972 $, promete no dejar indiferentes a los invitados. Y para los niños dos ideas: un coche de juguete que cuesta más que uno de verdad, el Blanc Chateau 1936 BMW, por 20. 467 $, y una estatua de Lego, reproducción del susodicho niño en cuestión y a tamaño natural, al alcance del que quiera dilapidar 114 282 $.
Harrods, en Londres, es una de las firmas que viene abasteciendo a los millonarios desde décadas y siempre se ha puesto como ejemplo de su eficiencia la leyenda que decía que si uno quería un elefante —imprescindible si uno vive en Regent St— la compañía te lo proporcionaba. Este año, entre los regalos más caros que proponen estos grandes almacenes están una colección de 12 botellas de whisky, The Dalmore Patterson Collection, por 987.500 libras; el bolígrafo Jaali, de Jack Row, en oro y diamantes (29.000 libras) o un brazalete de lapislázuli (12.495 libras).
Los lujosos almacenes norteamericanos Neiman Marcus, echan algo más de imaginación que sus competencia inglesa, en su Christmas Book 2013, con propuestas para todos los gustos. La Diamond Experience, incluye un diamante en bruto de 25 kilates que hay que ir a pulir a la capital británica y que un diseñador de joyas insertará en una pieza, para luego viajar a un país de África, el lugar de procedencia de esta gema. Todo por 1,85 millones de dólares. Otro regalo singular es un halcón para los amantes de la cetrería, que viene entrenado y con un set de baúles de cuero, cajas para guardarlo, perchas o guantes (150.000 $). Por 30.000 de los grandes se puede pasar una noche en la famosa Glass House, en New Cannan, Connecticut, diseñada por el arquitecto Philip Johnson. Más ideas made in Neiman Marcus son una moto Wild Child, de Indian Larry, hecha a mano en Brooklyn (750.000 $); una bicicleta estática Ciclotte, con un original diseño (11.000 $); una escultura de Jeff Koons, Dom Perignon Balloon Venus (20.000 $) o unos gemelos de oro macizo con forma de personajes de La Guerra de las Galaxias: Darth Vader (4.200 $) y Maestro Yoda (4.000 $).
Como en Robb Report, los creativos a cargo de idear los regalos para Neiman Marcus, se esfuerzan cada año menos. La web Buzzfeed recordaba, hace poco, algunos ejemplos de presentes realmente imaginativos, que la firma proponía en el pasado. En 1972 vendían maniquíes replicas de uno mismo, de una fidelidad terrorífica. Estos “avatares” costaban solo 3.000 $ y estaban programados para reír las bromas o decir algunas palabras en el idioma elegido. Todo por control remoto. En 1995 se les ocurrió que alguien, sobrante de dinero, podía pagar 100.000 $ si se pintaba su nombre en un avión, concretamente un United Boeing 777, y se les daban viajes gratis en primera clase, todo durante 12 meses. Y en 2009 idearon unos coches con forma de cupcake por solo 25.000 dólares.
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Ya sabemos que Justin Bieber es uno de los pasajeros galácticos de Virgin.
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