lunes, 27 de octubre de 2014

Pizzinato, el pequeño Nicolás del Español

Un curioso caso que se produjo en 1948, del que fueron protagonistas el Español y un señor que dijo ser y llamarse Alberto Pizzinato, celebridad del fútbol transalpino

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La página del Marca del 15 de agosto de 1948 en la que se anuncia en el fichaje de Pizzinato.
La peripecia del Pequeño Nicolás, ese peperillo audaz y entrometido que ha pisado los principales salones de este país a fuerza de labia, me sirve para desempolvar un curioso caso que se produjo en el fútbol, en tiempo tan lejano como 1948. Fueron protagonistas el Español y un señor que dijo ser y llamarse Alberto Pizzinato, italiano de nación, y que se presentó a sí mismo como una celebridad del fútbol transalpino.
El asunto fue curioso. Me lo contó hace algún tiempo mi amigo Bernardo Salazar y puede rastrearse en Mundo Deportivo y Marca a partir de mediados de agosto de 1948.
Un buen día se presentó en la frontera de Port Bou un señor muy depauperado. Decía ser italiano, estar huyendo de los comunistas, ser futbolista de profesión y buscar asilo político en España. Se le trasladó a la comisaría de Figueras, donde completó un relato novelesco. Había tenido que huir de Italia porque había sido conocido partidario de Mussolini, y de ahí que el movimiento comunista, tan fuerte en la Italia de la posguerra, la tuviera tomada con él. Había sido, contaba, jugador de gran mérito. Extremo izquierdo, aunque también podía desenvolverse como delantero centro. Había sido titular de la Selección Olímpica de Italia en 1936, en los JJOO de Berlín. Había jugado luego como profesional en la Ambrosiana, haciendo ala con Silvio Piola. La Ambrosiana es como se llamó el Inter en los años de Mussolini, porque lo de Internazionale podría evocar el concepto de la Internacional Comunista. La Ambrosiana era uno de los grandes equipos de Italia, y Piola, uno de los fenómenos de la historia. Piola tenía fama universal. Haber hecho carrera a su lado era todo un aval.
También declaró que durante la guerra había pertenecido al arma de artillería y combatido en distintos frentes. El derrumbe final del Eje le había pillado en Alemania, de donde había huido de la ola rusa hasta llegar, a pie, a Italia. Allí le encarcelaron los comunistas durante un tiempo. Cuando cobró la libertad, le confiscaron un bar-restaurante que había montado con sus ahorros de profesional antes de la guerra y no le dejaron jugar. Le acusaban de colaboracionista. Se fue entonces a Luxemburgo, a intentar una nueva vida como entrenador, pero allí se sintió vigilado. Había venido a España, de nuevo caminando (¡desde Luxemburgo!) y pasando hambre y calamidades porque sabía que sólo en España podía estar a salvo de los comunistas.
Dijo estar huyendo de los comunistas y se presentó como una celebridad del fútbol italiano. Era 1948
Tras tan sensacional declaración, le mandaron de Figueras a la Cárcel Modelo de la calle Entenza de Barcelona, no como detenido, sino como huésped a considerar. De ahí le trasladaron a la Cárcel Modelo de Las Ramblas. Allí le dieron ropa, cama y comida.
Quien primero se enteró de la presencia en la ciudad de esta especie de Rocambole del fútbol fue el Español, que se entusiasmó. Un crack italiano no era cualquier cosa. Italia había ganado el Mundial en 1934 y en 1938, y entre una cosa y otra, el torneo futbolístico de 1936, en Berlín. Era el primer torneo de fútbol olímpico en el que participaron sólo amateurs. La persistencia del fútbol en colar profesionales había acabado en su expulsión del Movimiento Olímpico. En Los Ángeles, 1932, no hubo fútbol. Regresó en Berlín, todos aficionados. Pizzinato, con 29 años cuando apareció en España, tendría 17 cuando los JJOO de Berlín. Muy joven, pero tratándose de un amateur no sorprendería tanto. Italia ganó el título, batiendo en la final a Austria, 2-1 en prórroga, ante 85.000 espectadores. De aquella selección olímpica saltaron varios al equipo que ganaría luego en París el Mundial-38. Era todo un aval. Y más lo del ala con Piola. Y perseguido por los comunistas, por más señas. Un mirlo blanco.
Así que el Español le firmó contrato a botepronto, sin la menor comprobación. En la época, por otra parte, no era fácil comprobar alineaciones de otros países, ni había grandes contactos internacionales por los que circulara el conocimiento. Y menos con dos guerras, la nuestra y la Mundial, por en medio.
El 11 de agosto, Pizzinato firma por el Español. Esa misma mañana acude a por él a la Cárcel Modelo el Gerona, recién ascendido a Segunda. Hace la gestión a través de su entrenador, Carlos Plattko, hermano del célebre portero al que cantó Alberti. Por la tarde se presenta Agustín Montal, presidente del Barça. (Su hijo también lo sería, mucho más adelante. Con él vendría Cruyff). Pero el jugador ya era del Español, cuyo presidente, Paco Sáenz, que había llegado al cargo en las Navidades, no cabía en sí de gozo. El Español tenía un equipo apañado, con jugadores estimables, singularmente Trías, Teruel, Parra, Rosendo Hernández y Artigas. Había sido finalista de Copa en 1947. Quizá Pizzinato fuera el empujón preciso.
El 11 de agosto, Pizzinato firma por el Español. Esa misma mañana acude a por él a la Cárcel Modelo el Gerona
La noticia del fichaje aparece en primera página de El Mundo Deportivo del 12 de agosto. Pizzinato es hospedado en La Manigua, un palacete colonial, rodeado de palmeras, donde estaban las oficinas del club y algunas habitaciones. Estaba situado detrás de una de las porterías de Sarrià. Lo administraba, cuidaba y habitaba la familia de Crisanto Bosch, glorioso extremo del equipo antes de la guerra. Allí pasó a vivir, a cuerpo de rey y a salvo de comunistas, el héroe de esta historia.
Pidió algún tiempo para enfrentarse al balón. Estaba demasiado estragado. Necesitaba fortalecerse. Así que le arrimaron solomillos y paellas en cantidad. Él salía a trotar al campo, aunque no demasiado intensamente, no fuera a hacerse daño.
El Marca del 15 de agosto se hace eco del caso en portada. El reportaje cuenta su peripecia e incluye una breve entrevista con él, en la que se declara muy agradecido:
—Hace año y medio que no juego; pero en cuanto recupere algo de peso y me haya recuperado, creo que podré dar buen rendimiento y recordar con acierto mis temporadas mejores, cuando hacía ala con Piola. Tengo 29 años, no me considero veterano... Y nada más que rogarle haga patente mi emocionado agradecimiento a todos los que me han recibido con los brazos abiertos, haciendo alto honor a la reconocida hospitalidad española y a la hermandad del deporte, que no conoce otras luchas más que las de los terrenos de juego.
Se retrató con el uniforme del Español, para la colección de cromos de Ediciones Deportivas ALG. Y fue incluido en la misma, con su historial.
Pidió algún tiempo para enfrentarse al balón. Estaba demasiado estragado. Necesitaba fortalecerse. Así que le arrimaron solomillos y paellas en cantidad
Pepe Espada, el entrenador, pretendió convencerle para que el día 28, cuando ya llevaba más de dos semanas de relax, jugara al menos un tiempo en un amistoso en Granollers. Pero se resistió. No estaba a punto, temía hacer el ridículo. Él prefería seguir en lo suyo: buena mesa, buena cama y trotecillos por Sarrià, que era como el jardín de su casa.
Pasó otra semana y a Pepe Espada se le acabó la paciencia. Un día le cogió del cogote para decirle que o se metía en el partidillo de titulares contra suplentes o se iba de allí en ese mismo instante. Sólo entonces cantó de plano. No era futbolista, nunca lo había sido. Ni Berlín, ni Piola, ni nada. Pero podía servir en el club para alguna tarea...
Como la única tarea para la que había servido era para empujarse las paellas y los solomillos de la señora de Bosch, le mandaron con viento fresco. El Español no dio explicaciones. Tampoco en la prensa aparecen. Bochorno, me figuro.
De su carrera en el fútbol queda como único vestigio aquel lejano cromo. No le busquen en la alineación de Italia en Berlín, ni en ninguna de la Ambrosiana. Ni del Español tampoco. Fue el futbolista que nunca existió.
Fue el Pequeño Nicolás de nuestro fútbol. Sólo que tardaron menos en detectarle.

viernes, 10 de octubre de 2014

Los hogares podrán resintonizar los canales de la TDT a partir del día 26

El plazo para adaptar las antenas finalizará el 1 de enero de 2015

El próximo 26 de octubre los programas de televisión comenzarán a emitirse a través de las nuevas frecuencias asignadas en el Plan Técnico de la Televisión Digital Terrestre (TDT) por lo que los usuarios deberán sintonizar sus televisores con los mandos para localizar las nuevas frecuencias en las que se emitirán a partir de ese día los programas de televisión, según anunció este jueves el Ministerio de Industria.
Esta migración de canales hacia las nuevas frecuencias se produce por el proceso de liberación del dividendo digital, que supone una reubicación de las frecuencias de televisión en la banda 800MHz para dejarla libre para las nuevas redes de telefonía móvil de alta velocidad 4G.
Para poder continuar recibiendo la oferta completa de canales de televisión es preciso previamente realizar adaptaciones en las instalaciones de antena colectiva de los edificios. Este proceso tiene que realizarse antes del 1 de enero de 2015, fecha en la que ya todos los programas de televisión emitirán únicamente por la nueva frecuencia asignada. Por eso es fundamental que la ciudadanía que vive en edificios con antenas colectivas llame al instalador lo antes posible.
Para facilitar esta adaptación, algunos canales de televisión se emitirán durante un periodo de tiempo en simulcast, esto es, compaginarán la emisión en la antigua y la nueva frecuencia, de manera que sea más sencillo realizar el ajuste. Esta emisión en simulcast varía entre distintas regiones geográficas.
Los edificios de tamaño medio o grande, equipados generalmente con monocanales o centralitas programables, deben realizar las adaptaciones de sus sistemas de antena colectiva lo antes posible. Sin embargo, las viviendas unifamiliares, dotadas con antena individual, no tienen que hacerlas al disponer de sistemas con amplificadores de banda ancha capaces de recibir todos los canales de televisión; al igual que les ocurre a los edificios de menor tamaño o con un reducido número de viviendas, que también suelen utilizar este sistema. En estos casos solo será necesario sintonizar cada televisor, a través del menú de su mando, para buscar los canales.
El Gobierno ha puesto en marcha un plan de ayudas por hasta 292 millones de euros para subvencionar las adaptaciones a las comunidades de propietarios. Las ayudas se solicitarán una vez realizadas las actuaciones y están destinadas a las comunidades de propietarios de un edificio o conjunto de edificios de viviendas sujeto al régimen de propiedad horizontal, y que tengan instalado un sistema de antena colectiva basado en monocanales o en una centralita programable. Además, solo podrá solicitarse una subvención por cada comunidad de propietarios.
El millón de edificios que tendrán que adaptarse cuenta con 12,9 millones de viviendas y en ellas residen 26 millones de ciudadanos. Hay otros 21 millones, un 45% de la población, que no necesitan cambios, entre los que figuran 9,2 millones de viviendas unifamiliares y 179.000 edificios colectivos residenciales. Las comunidades de vecinos deben comprobar si forman parte del grupo que sí tiene que efectuar cambios, pedir presupuestos y encargar los adaptadores a las compañías instaladoras. No se trata de un cambio de las antenas de los edificios, sino de los equipos amplificadores que suelen encontrarse en los cuartos de otras instalaciones.
Las facturas estimadas oscilan entre los 150, en los edificios en los que solo hay que cambiar un múltiple, y los 550 euros, cuando afecta a cinco múltiples digitales. Dentro de los hogares, los telespectadores solo tendrá que resintonizar su televisor.

Campaña de información

Se han habilitado los teléfonos (901 20 10 04 y 954 30 77 96) para resolver cualquier duda. Así mismo, en la página web www.televisiondigital.es se puede encontrar toda la información respecto al proceso y los ciudadanos pueden consultar las actuaciones específicas a realizar en su vivienda de acuerdo a su ubicación geográfica.
Además, el 15 de octubre comenzará una campaña de publicidad en medios masivos. Se trata de una campaña eminentemente informativa, cuyo objetivo es trasmitir a los ciudadanos la importancia de adaptar sus instalaciones lo antes posible y de sintonizar los canales para no dejar de ver ninguno.



lunes, 6 de octubre de 2014

TRAVIS KALANICK / FUNDADOR DE UBER

“En 20 años nadie va a tener coche”

El consejero delegado de Uber considera que "los taxistas de Madrid deben ver la aplicación como una oportunidad"


El consejero delegado de Uber, Travis Kalanick. / CHRIS RATCLIFFE (BLOOMBERG)
La pesadilla de los taxis de medio mundo y uno de los empresarios de Silicon Valley más exitosos del momento acude impoluto y sereno a la cita en un elegante hotel del este de Londres. El periodista se disculpa por su respiración acelerada: ha tenido que correr en el metro. Zahir, el conductor que Uber le había asignado esta mañana, con una valoración media de 4,3 sobre 5 por sus clientes previos, "tuvo que cancelar" el servicio quince minutos después de aceptarlo, según informó la aplicación mientras el Toyota Prius de Zahir se alejaba del periodista en la pantalla del móvil.
—Lo siento. Eso es mi culpa—, lamenta el padre de la criatura.
Hace cinco años Travis Kalanick creó con su socio Garret Camp esta aplicación de móvil para el transporte urbano entre particulares. El cliente se da de alta, pide un servicio y acto seguido recibe el nombre del conductor -que no es empleado de la empresa pero le paga un 20% de lo que ingresa-, el coche que lleva, los minutos que tardará en recogerlo y el precio aproximado del desplazamiento. Hoy Kalanick, de 38 años, es el consejero delegado de una compañía con un valor de casi 20.000 millones de dólares y paradigma de la llamada economía colaborativa. Ofrece sus servicios en 200 ciudades, desde Ho Chi Minh a Bogotá, y crece a un ritmo de varias nuevas cada semana. Uber opera desde abril en Barcelona y, hace apenas dos semanas, ha desembarcado en Madrid. Como en la mayoría de las ciudades a las que llega, las asociaciones de taxistas están en pie de guerra y las autoridades locales buscan la manera de actuar ante los desafíos que plantea este nuevo sistema.
Pregunta. ¿Qué le diría a los taxistas de Madrid?
Respuesta. Lo que hemos visto en todas las ciudades es que el mercado de transportar a personas de un lado a otro tiene un enorme potencial de expansión. También hemos visto un buen número de taxistas que han venido a Uber y se ganan la vida mucho mejor. Los taxistas que vienen con nosotros hacen una media de 10.000 dólares más al año. Porque, cuando tienen horas bajas de trabajo, Uber les envía clientes. Lo que les diría a los taxistas de Madrid es que vean a Uber como una gran oportunidad para ellos y no como una amenaza. Ayudamos a los conductores a ganarse la vida mejor.
P. En cada nueva ciudad sus equipos locales deben enfrentarse a problemas específicos con las autoridades y regulaciones. En Madrid está la norma que establece que si la tarifa que se cobra por un traslado es superior al coste del mismo, entonces se trata de transporte profesional. El asunto es qué se incluye en ese coste: solo gasolina o también amortización del vehículo, seguro, reparaciones, alquiler del garaje...
R. Así es. Ahí está el debate. Cuál es el coste de mover un coche. Pero lo que Uber representa es la posibilidad de los madrileños de moverse por su ciudad por la mitad del precio del taxi. Moverse en un transporte seguro, barato y muy fiable. Y, por el camino, crear decenas de miles de empleos, reducir los atascos y proporcionar una movilidad más respetuosa con el medio ambiente. Por eso me pregunto qué tiene de malo todo esto.
P. El problema es dónde termina la economía colaborativa y dónde empieza la economía sumergida. ¿Sus conductores deberían tributar por las rentas que obtienen?
R. Todo el mundo debe pagar impuestos. El transporte tradicional es mayoritariamente un terreno de dinero en efectivo, y a menudo se pagan muy pocos impuestos por ello. Uber es todo digital, todo deja rastro. Los conductores deben pagar impuestos, no tienen otra opción. Lo que hace Uber es convertir una industria muy orientada al dinero en efectivo en una industria de pago digital y, por tanto, más controlable.
P. ¿Economía colaborativa no es una manera más sexy de decir sacar dinero de bienes infrautilizados?
R. Sí. Esa es una manera muy precisa de expresarlo. Se trata de bienes compartidos solo en la medida en que varios individuos utilizan un mismo bien.
P. La tecnología está cambiando todas las industrias. ¿Es ahora el turno del transporte urbano?
R. Es inevitable, porque este tipo concreto de tecnología está haciendo mejores las ciudades. Con Uber la tecnología entra en las ciudades y en cómo funcionan. Crea puestos de trabajo, facilita la movilidad en la ciudad, quita coches de las calles, reduce la presión en el aparcamiento. ¡Simplemente es bueno! Y por eso va a suceder.
P. Su compañía vale casi 20.000 millones de dólares, tiene enormes inversores detrás, como Google, Amazon, Goldman Sachs... ¿Es porque el modelo de conectar compradores y vendedores que están cerca unos de otros tiene unas posibilidades de aplicación mucho mayores?
R. Cuando lanzamos la última ronda de financiación, en junio, no hablamos de nada más que de transporte. El negocio del transporte en sí mismo es muy, muy grande. Hay muchas cosas que hacer para que las personas se muevan por las ciudades de una manera más eficiente. Hay mucha gente en el mundo. La oportunidad es muy grande, eso es lo que vieron los inversores.
P. Pero, ¿dónde está el límite? Una vez inventada esta forma de funcionar, ¿el móvil puede convertirse en un mando a distancia de la vida?
R. La cuestión es qué es lo que quieres en cinco minutos. Si lo quieres ahora, probablemente te lo podremos traer.
P. Se critica que la filosofía de su compañía es muy transparente pero, en cambio, algunos detalles de su funcionamiento son opacos. Por ejemplo, el número de coches que operan con ustedes.
R. Tratamos de educar a las autoridades locales, así como a nuestros accionistas, en nuestros principios, que son independientes de nuestro tamaño.
P. Uber supone uno de los pasos más decisivos que se han tomado en la dirección de considerar el transporte terrestre como un servicio, no como una propiedad. ¿Se acabará con la propiedad privada sobre los coches?
R. Sí. Creo que en 20 años nadie va a poseer un coche. Si alguien tiene un hijo ahora, ese hijo nunca aprenderá a conducir.
P. ¿Cuántos empleados tiene Uber?
R. Unos 1.500.
P. La dimensión física relativamente reducida de empresas como la suya ha llevado a algunos a hablar de una nueva burbuja tecnológica. Otros hablan de una tercera oleada de startupsconstruidas, esta vez, sobre la movilidad y las redes sociales.
R. Yo no sitúo a Uber en ninguna ola. Lo que sí diría es que la tecnología y la innovación están empezando a ocurrir dentro de las ciudades, en el mundo físico. Y esa es una nueva tendencia. Cuando utilizas Twitter no estás cambiando la manera en que funciona una ciudad. Si utilizas Uber, estás cambiando cómo funciona el mundo físico. Pulsas un botón y un coche se mueve.
P. ¿Cuál ha sido la ciudad o el país más difícil para entrar?
R. ¡España es muy difícil [en español]! Una de las ciudades más complicadas ha sido Miami. Allí si llamas a un vehículo y viene en cinco minutos, tienes que esperar 55 más hasta poder entrar. Si entras al vehículo antes de que pase una hora de haberlo pedido, el conductor puede ser arrestado. ¿Por qué? Porque son leyes diseñadas para evitar la competencia y proteger a la industria del taxi. Tenemos reglas de todo tipo.
P. ¿Y en España?
R. En España hay una norma que dice que el número de coches en alquiler debe ser una treintava parte del número de taxis. Aquí en Londres, los vehículos para alquiler son tres veces más que los taxis.
P. ¿Entonces en España cuántos vehículos tienen?
R. Somos pequeños, acabamos de empezar.
P. Su perfil es el del típico emprendedor de Internet. Abandono de la universidad, primera empresa montada a los 18 años... ¿Qué le hace diferente?
R. Todos somos diferentes, y creo que ciertas características mías hacen que sea buen emprendedor. Tienes que estar un poco loco, porque a la gente no le gusta el cambio. Ser un emprendedor significa que tu vida está dedicada al cambio.
P. ¿Cómo surgió la idea de Uber?
R. Estaba en París con mi socio y no podíamos encontrar un taxi. Seguro que usted ha pasado por eso. Quisimos tener la capacidad de apretar un botón y que alguien nos llevara. Así de simple.
P. ¿Ha tenido otras malas experiencias con los taxis?
R. Todo el mundo tiene su propia historia loca en un taxi. Pero no es culpa del taxista, es culpa de la industria. En Nueva York un taxista gasta 140 dólares al día en alquilar el coche. Alquila un coche por 40.000 dólares al año. ¡Debería estar conduciendo un Bentley! Si no gana esa cantidad en un día, pierde dinero. Por eso está tan estresado. La culpa no es del taxista, sino de una industria que condena al taxista al estrés constante.