miércoles, 23 de mayo de 2012

LA NUEVA HUMANIDAD

El mundo está alumbrando una nueva creación y los dolores de este nuevo nacimiento sacuden a la madre Tierra. No se trata ya de un ideal remoto que nuestra imaginación se esfuerza en configurar, ni de una profecía que espera aún su realización. Es algo que está aquí y ahora.
 Aunque no lo sepamos, el Hombre Nuevo, la raza divina de la humanidad, está ya entre nosotros. Puede que esté en nuestro prójimo, en nuestro hermano, incluso en mi mismo. Sólo un tenue velo lo mantiene oculto. Está avanzando por el borde mismo de la línea fronteriza. Espera la ocasión propicia para despojarse del velo y ponerse en primer plano.
 Vivimos en una época difícil, en la que las antiguas instituciones se desmoronan y surgen nuevas fuerzas, en la que se abandonan los viejos hábitos e impulsos nuevos adquieren carta de naturaleza. En todas las esferas de la vida vemos la urgente necesidad de un nuevo planteamiento, de una nueva valoración inédita de las cosas.
 Desde la base hasta la cumbre, desde la vida económica y política a la actividad artística y espiritual, la humanidad se estremece en su intento de dar a luz una expresión y una estructura nueva. Se percibe la oculta irrupción de un Poder, el apremio secreto de un Espíritu que no puede  ya tolerar su permanencia en la sombra, oculto tras una máscara, sino que quiere salir a la luz del día y ser reconocido en la plenitud de sus virtudes.
 La voz que clamó en el desierto era necesaria, porque era una llamada y una comunión en el silencio del alma. Hoy, el silencio quiere expresarse. Hoy la cáscara está lo bastante madura para abrirse y dejar salir al ser ya en sazón y crecido. El rey que permanecía oculto emerge glorioso y triunfante.
 Otra humanidad está naciendo de la actual especie humana Los seres del nuevo orden están por todas partes, y son ellos quienes pronto dominarán la Tierra y serán la cabeza y vanguardia de la evolución terrestre en el ciclo que se aproxima, tal como sucedió con el hombre en el ciclo que ahora está terminando.
 El Hombre Nuevo será Amo, y no esclavo. Será, en primer lugar dueño de si mismo, y después, del mundo. El hombre, tal como es actualmente, no es más que un esclavo, el alma determinante está adormecida y silenciada. No es más que un juguete en manos de la naturaleza y de las circunstancias El ideal actual humano es el más astuto de los esclavos. Pero el Hombre Nuevo, se habrá encontrado a si mismo y moldeará y creará su mundo de acuerdo con su voluntad recóndita y en virtud de su poder
 No pensemos que este poder soberano estará, de alguna manera, relacionado con la agresión o el despotismo. No será un poder que para tener consciencia de sí, necesite crearse un eterno oponente, o que esté en constante choque con un rival, al que intente subyugar para saberse victorioso Será por el contrario un Poder divino, pues la fuerza que ejercerá no procederá del ego, sino que provendrán de un Yo personal superior que es uno con el Alma cósmica y, por ende, con las otras almas personales.
 Amaremos no sólo a aquellos con quienes nos une alguna afinidad, sino a todas y cada una de las criaturas de Dios.
 Y la nueva sociedad no estará basada en la competencia, no será un conflicto abierto. Será la expresión orgánica del alma colectiva, constituirá el eslabón cuya ausencia advertimos entre los dioses y los hombres; será la raza de los dioses encarnados, tenemos un alma pequeña que se ha separado de su Yo más grande y más poderoso que es su autentico ser, y por eso, para ella cada momento es una muerte y, aunque este viva  tiene miedo de vivir y lo hace pobre y miserablemente.Pero ha llegado ya la hora de que nuestra alma verdadera, con su resplandor divino, esté lista para emerger,pero la pregunta a la que tenemos que responder  es quiénes de entre nosotros estamos listos para ser su receptáculo, su instrumento y su personificación.
         
                                      Nolini Kanta Gupta

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