lunes, 7 de enero de 2013

TORMENTA SOLAR-2013





Especialistas científicos señalaron que en 2013, el planeta debe prepararse para una tormenta espacial como no se ve desde hace mil años, y advierten que la dependencia del globo por la energía eléctrica convierte a la Tierra en vulnerable.
Este fenómeno, conocido como eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), puede ser inofensivo y hasta pasar inadvertido -salvo que lo registre un satélite como ocurrió este año- pero muy peligroso si la onda emitida logra penetrar el campo magnético de la Tierra. En ese caso, se dañan los circuitos eléctricos y la comunicación.
En una CME, el sol arroja más de mil millones de toneladas de partículas a una velocidad de varios miles de kilómetros por segundo. Y si bien el campo magnético del planeta lo protege desviando estas partículas, “la magnetósfera no es estanca”, advierte Pierre Barthélémy, en un blog especializado del diario Le Monde.
El experto explicó que cuando esas partículas logran atravesar ese escudo y llegar a la Tierra, provocan auroras boreales y australes. Por lo general, la energía que recibe la atmósfera -en una CME de marzo pasado fue el equivalente al 5% de toda la electricidad consumida por Francia en un año- es rechazada y reenviada hacia el espacio.
Pese a esto, la comunidad científica internacional coincidió en que en caso de presentarse un fenómeno mayor, el desastre sería potenciado por la extensión del uso de la electricidad.
No sólo (…) haría caer las redes eléctricas durante varias semanas, incluso varios meses, sino que atacaría también oleoductos y gasoductos acelerando su oxidación, destruiría probablemente satélites así como numerosos componentes electrónicos de varios aparatos y cortaría temporariamente las comunicaciones de radios y la geolocalización”, dice Barthélémy.
Le Monde cita un informe según el cual, sólo para los Estados Unidos, un tsunami solar podría tener un costo de 1 billón de dólares, es decir, el equivalente a 20 huracanes Katrina. Y que se necesitarían entre 4 a 10 años para reparar los daños.
Mike Hapgood, director de la unidad de investigación sobre ambiente espacial en el laboratorio británico Rutherford Appleton afirma que nuestra dependencia de las redes eléctricas nos hace más vulnerables que nunca.
El terremoto y el tsunami japonés pasado muestran los daños para los que debemos prepararnos sólo para enfrentar acontecimientos similares a los de los últimos años. En vez de eso, deberíamos prepararnos para una tormenta espacial de una dimensión que sólo se produce una vez cada mil años”, advierte.

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