sábado, 18 de agosto de 2012

UN CUENTO DE KHALIL GIBRAN

Acamparon tres hormigas sobre la
nariz de un hombre dormido al Sol,
y después de saludarse una a otra
con el saludo de su tribu,comenzaron
a dialogar.
Y dijo la primera: ¡ Qué desiertos y
estériles están estos collados y valles:
en mi vida he visto semejante penuria !
He estado buscando todo el santo dia
un granito de trigo y nada pude hallar.
Y le contesto la segunda. Yo como tu,
en vano he buscado en los últimos
rincones de la parva, pero dime hija de
Salomón ¿ No estaremos paradas en 
la zona que mi tribu llama la tierra
blanda y movible donde nada florecerá sobre su faz ?
Ante las razones de sus compañeras,dijo, entonces, la tercera, levantando con orgullo la cabeza:
¡ Escuchadme ,compañeras: nosotras estamos ahora acampadas sobre la nariz de la hormiga
gigante, la omnipotente y eterna, la hormiga cuyo cuerpo gigantesco no no es dado ver y cuya
sombra sin fin está fuera de nuestras facultades definirla. Su voz es tan alta que nuestro pobre
oído es incapaz de escucharla, " Esta es la hormiga gigante, la eterna, que llena el mundo con su ser "
No bien terminó la hormiga tercera semejante filosofía cuando las compañeras se miraron entre ellas
haciendo una guiñada sarcástica y burlesca de la bobería  de su compañera. En aquel momento se
movió el hombre en su profundo sueño . Levantó su mano y rascando sus narices, aplastó a las tres
hormigas.

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